miércoles, 2 de septiembre de 2009

Nuestro sorprendente sentido del olfato

Sin dudas es nuestro sentido mas relegado , la cultura occidental ha dado primacía a la vista y al oído , tal vez podríamos decir que el olfato ocupa un oscuro cuarto lugar después del gusto. No solo el olfato es un sentido mas relegado, sino también atrofiado y quizás no lo advertimos inmersos como estamos en la densidad del olor de las ciudades que apestan a nafta , hollín, humo de tabaco y desinfectantes.
Hoy en día el uso de aromatizantes químicos no solo disfraza el olor de sustancia que de otro modo no comeríamos sino que también nos hace perder la sensibilidad olfativa,. Podemos distinguir unos 10.000 olores diferentes, lo que contribuye a la riqueza del gusto. El olfato es el único de los sentidos que es imposible cerrar a voluntad, esta tan ligado a la respiracion que no podemos dejar de oler por mucho tiempo, sin embargo es también el que se satura a los pocos minutos de sentir un aroma ya no lo percibimos mas .Así mismo es el único que no tienen mediación en su llegada al cerebro.
Hay un nervio óptico , un nervio auditivo, nervios gustativos y táctiles que conducen los estímulos a las células nerviosas, pero el bulbo olfatorio esta en contacto directo con las neuronas, a tal punto de que muchos lo consideran una prolongacion del cerebro.
Las moléculas olorosas ingresan por la nariz y toman contacto con la humedad del mucus, y así pueden ser recepcionados por los cilios de las células olfatorias, una eespecie de minúsculos pelos.
Inmediatamente, en fracciones de segundos, hay un proceso de identificacion y de conexion con el sistema limbico , la sede de las emociones.
Este es el motivo por el cual todo aroma es evocador y ninguno es indiferente, tal vez la lavanda nos trae a la memoria aquellas lociones de tocador de las epocas de verano,o eucaliptos en los fríos días del invierno donde los vapores se encontraban en todas las habitaciones.
Pero aquí no termina, sino que el sistema líbico se conecta por una parte con el hipotálamo y por la otra con la corteza cerebral. En el hipotálamo esta el centro de regulación del sistema hormonal. En la corteza cerebral están radicadas las funciones del intelecto, cuando el efecto del aroma alcanza esta zona del cerebro, se puede pensar con mayor claridad, como sucede con la menta , o se fijan mejor los datos en la memoria con el romero o agilizamos la relación de los conceptos con el limón.
Después de toda esta información cuando ejercitamos el olfato abrimos una puerta a un goce mas pleno y al recupero de la riqueza de nuestros sentidos y ampliamos el horizonte del conocimiento.

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